No son pocos los casos en que nuestros mejores amigos puede transformarse en perros agresivos, en enemigos circunstanciales. Si quiere anticiparse a este problema, o bien solucionarlo, no deje de leer la siguiente nota.
La agresión canina es uno de los problemas más habituales entre los efectos negativos de algunos animales de compañía. Nada es absolutamente tan espantoso como que un animal muy enojado, se lance contra usted. Desafortunadamente, podemos encontrar perros agresivos en muchos lados.
Si usted encuentra que posee un perro agresivo en su propia casa, la primera medida que necesita tomar, es visitar a su veterinario para eliminar cualquier causa física. Cualquier perro con dolor o malestar puede modificar su carácter y ser malo e irritable. Usted necesitará asegurarse de que esté físicamente sano antes de dar cualquier paso.
El entrenamiento de obediencia es esencial para un perro, tanto para su socialización, siempre importante, como para evitar que ocurra alguna agresión. La prevención es clave, especialmente para corregir un futuro mal comportamiento, lo cual es diez veces más difícil cuando se estableció ese comportamiento.
La agresión es causada por muchas cosas, y a menudo identificar la causa es la clave para corregir el problema. Reconozca el problema de su perro, de modo que pueda conseguirle ayuda, antes de que sea demasiado tarde.
AGRESIVIDAD GENERAL, HACIA USTED O HACIA OTROS PERROS.
Un perro agresivo con otros perros, es signo de un animal que no socializó correctamente. Un perro bien entrenado y socializado deseará jugar antes que pelear con otro perro que se le acerque.
Una parte de la agresión de un perro hacia otro, tiene que ver con la Agresividad de Dominación. Esto ocurre tanto con los perros vagabundos como con los hogareños.
Para los perros que viven dentro de una casa, a veces es mejor dejarlos hacer lo suyo durante un tiempo, sin ningún tipo de interferencia. A menudo resuelven por sí solos este problema en un tiempo bastante corto, y cualquier interferencia de su parte solo prolongará el problema.
Pero si el problema sigue, y, por ejemplo, cuando sale afuera exhibe una agresión hacia perros extraños, necesita vigilar cuidadosamente y asegurarse de lo que sucede con sus perro en esas situaciones.
La Agresividad de Dominación podría ser peligrosa cuando se encuentran dos perros fuertemente dominantes. Mire si sus colas se alzan, y sus oídos se reclinan. Esto es signo de muestras de dominación, por lo que solo se debe separar a los perros.
Sucede cuando los perros, sea hacia otros perros o hacia el ser humano, luchan para ganar una posición superior en la jerarquía de la jauría o de la familia.
Como propietario del perro, es su responsabilidad asegurarse de que usted llevará a cabo esa posición de liderazgo. Si su postura no está definida, usted puede encontrarse que en determinadas ocasiones es desafiado por su animal doméstico, lo que puede causar numerosos problemas en el futuro.
La Agresividad por Miedo se manifiesta cuando un perro se ve arrinconado, y siente que debe luchar para salir de esa situación. Los oídos se pliegan completamente contra la cabeza, y la cola se mete entre sus piernas mientras que gruñen como muestra de defensa. Quite a su perro inmediatamente y como pueda de esta situación, y empiece a tomar medidas para socializarlo correctamente. Las clases de obediencia son muy necesarias para un perro que arremete por miedo.
REACCIÓN AL ENCADENAMIENTO.
Es llamativo como algunas personas, adquieren un perro que en teoría es para darle compañía a toda la familia, pero después proceden a encadenar a este animal lejos de toda su gente. Y cada día, esta criatura, cuyo único propósito en su vida es estar con un ser humano, se resiente al ver como la gente desarrolla su rutina diaria, fuera de todo alcance. Ladra y ladra, y se lanza hacia los chicos, porque desea divertirse, pero lo único que consigue es agitarse en el mismo lugar, sin que nadie le preste atención.
El tiempo pasa, y el perro comienza a sentirse algo dueño del espacio al que su encadenamiento le deja “patrullar”. Después de un tiempo más largo, ya no desea salir a jugar. No puede recordar qué deseaba hacer el principio, y solo sabe que esta gente que en un principio lo amo y respetó como parte de la familia, ahora lo está descuidando desvergonzadamente, dejando que los chicos pasen a su lado, quizás molestándolo, por que, después de todo, saben que él no puede alcanzarlos. Tal vez le gritan o embroman, ya que están fuera de su alcance.
Y entonces un día, uno de los chicos que lo embroman no sale lo bastante rápido como para que el perro no lo alcance. Y el animal, que se siente arrinconado, finalmente decide hacer valer su dominio sobre el territorio… el final ya lo sabemos. Quizás, ni siquiera eran los chicos que lo solían molestar, sino simplemente alguien que (¡FINALMENTE!) se acercaba a jugar.
Pero el resultado es el mismo. Solo querían jugar, y su supuesto mejor amigo, quien ya no era ningún amigo, tiene una reacción que probablemente lo envíe al consultorio de veterinario para un adiós final.
Por favor, no le haga esto a su perro. Los perros deben tener una bienvenida a su hogar como parte de la familia. Si usted no está preparado para hacer eso, entonces no adquiera un perro.
AGRESIVIDAD DE POSESIÓN.
El compartir no es un concepto innato de los perros, y si no se los educa desde temprana edad puede transformarse en una causa de agresión.
“¡No vayas a acercarte al perro cuando esté comiendo!” ¿Recuerda haber oído eso? Su madre / tío / abuelo lo decía siempre. Muchos perros tienen un problema con la "Agresión por Posesión". Es decir "lo que es mío, es mío, y no lo permito ni siquiera mirar". El compartir, es un concepto bastante ajeno para la mayoría de los perros, especialmente los perros que son el único animal doméstico en la familia. Un perro con agresión por posesión, cuidará sus pertenencias, sean estas su alimento, juguetes, o lo más valioso de todo, usted.
La manera más fácil de tratar esto es “sacarlo de su ombligo”. Consiga que su perro tenga que buscar sus propias cosas, previamente escondidas. Déselas luego, pero manténgalas en su mano por un rato, en forma de juego. Déjelo ver que incluso algún otro tiene algo que él desea, así el animal lo espera pacientemente y se acostumbra a no poseerlo todo el tiempo.
Enseñarle una actitud más flexible, también le ayudará. Cuando su perro tenga algún juguete en su boca, sáqueselo suavemente. Cuando lo tenga en sus propias manos, recompénselo y elógielo mucho. Al sentir el perro que tuvo una buena actitud al compartir su posesión, aprenderá que dar algo es un medio de conseguir otra cosa que puede ser incluso mejor.
Si usted se encuentra desconcertado por los desafíos que le plantea su perro, hay algunas cosas que debe comenzar a hacer inmediatamente.
ENTRENAR PARA LA OBEDIENCIA.
1. Ponga a siempre primero a su persona. Pase primero a través de las puertas, suba primero en las escaleras, no lo deje decidir cuando quiere salir, dormir o comer: márquele usted sus tiempos. No le haga caso a su hocico parado, y nunca lo deje salirse con la suya. No lo deje subir arriba de una cama, ni sienta nunca que ha perdido el dominio sobre a mascota. Por mucho que pueda dolerle a usted, péguele si es necesario. No utilice nunca un bozal: este método es anticuado y solo agregará más agresión.
2. Hágale trabajar para si mismo. Si el perro tiene hambre, haga que él se lo haga saber. Si por ejemplo, desea su comida, que le ladre hasta que usted le responda, pero no lo malcríe dándole todos los gustos fácilmente. Logre que obedezca a todas las órdenes que usted le enseña.
Recuerde: El castigo desde temprana edad siempre podrá ayudar, aunque solo en bajas dosis, por que la agresión fomenta agresión, y esto podrá hacer el problema peor. Si lo siente necesario, busque una ayuda profesional.
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La agresión canina es uno de los problemas más habituales entre los efectos negativos de algunos animales de compañía. Nada es absolutamente tan espantoso como que un animal muy enojado, se lance contra usted. Desafortunadamente, podemos encontrar perros agresivos en muchos lados.
Si usted encuentra que posee un perro agresivo en su propia casa, la primera medida que necesita tomar, es visitar a su veterinario para eliminar cualquier causa física. Cualquier perro con dolor o malestar puede modificar su carácter y ser malo e irritable. Usted necesitará asegurarse de que esté físicamente sano antes de dar cualquier paso.
El entrenamiento de obediencia es esencial para un perro, tanto para su socialización, siempre importante, como para evitar que ocurra alguna agresión. La prevención es clave, especialmente para corregir un futuro mal comportamiento, lo cual es diez veces más difícil cuando se estableció ese comportamiento.
La agresión es causada por muchas cosas, y a menudo identificar la causa es la clave para corregir el problema. Reconozca el problema de su perro, de modo que pueda conseguirle ayuda, antes de que sea demasiado tarde.
AGRESIVIDAD GENERAL, HACIA USTED O HACIA OTROS PERROS.
Un perro agresivo con otros perros, es signo de un animal que no socializó correctamente. Un perro bien entrenado y socializado deseará jugar antes que pelear con otro perro que se le acerque.
Una parte de la agresión de un perro hacia otro, tiene que ver con la Agresividad de Dominación. Esto ocurre tanto con los perros vagabundos como con los hogareños.
Para los perros que viven dentro de una casa, a veces es mejor dejarlos hacer lo suyo durante un tiempo, sin ningún tipo de interferencia. A menudo resuelven por sí solos este problema en un tiempo bastante corto, y cualquier interferencia de su parte solo prolongará el problema.
Pero si el problema sigue, y, por ejemplo, cuando sale afuera exhibe una agresión hacia perros extraños, necesita vigilar cuidadosamente y asegurarse de lo que sucede con sus perro en esas situaciones.
La Agresividad de Dominación podría ser peligrosa cuando se encuentran dos perros fuertemente dominantes. Mire si sus colas se alzan, y sus oídos se reclinan. Esto es signo de muestras de dominación, por lo que solo se debe separar a los perros.
Sucede cuando los perros, sea hacia otros perros o hacia el ser humano, luchan para ganar una posición superior en la jerarquía de la jauría o de la familia.
Como propietario del perro, es su responsabilidad asegurarse de que usted llevará a cabo esa posición de liderazgo. Si su postura no está definida, usted puede encontrarse que en determinadas ocasiones es desafiado por su animal doméstico, lo que puede causar numerosos problemas en el futuro.
La Agresividad por Miedo se manifiesta cuando un perro se ve arrinconado, y siente que debe luchar para salir de esa situación. Los oídos se pliegan completamente contra la cabeza, y la cola se mete entre sus piernas mientras que gruñen como muestra de defensa. Quite a su perro inmediatamente y como pueda de esta situación, y empiece a tomar medidas para socializarlo correctamente. Las clases de obediencia son muy necesarias para un perro que arremete por miedo.
REACCIÓN AL ENCADENAMIENTO.
Es llamativo como algunas personas, adquieren un perro que en teoría es para darle compañía a toda la familia, pero después proceden a encadenar a este animal lejos de toda su gente. Y cada día, esta criatura, cuyo único propósito en su vida es estar con un ser humano, se resiente al ver como la gente desarrolla su rutina diaria, fuera de todo alcance. Ladra y ladra, y se lanza hacia los chicos, porque desea divertirse, pero lo único que consigue es agitarse en el mismo lugar, sin que nadie le preste atención.
El tiempo pasa, y el perro comienza a sentirse algo dueño del espacio al que su encadenamiento le deja “patrullar”. Después de un tiempo más largo, ya no desea salir a jugar. No puede recordar qué deseaba hacer el principio, y solo sabe que esta gente que en un principio lo amo y respetó como parte de la familia, ahora lo está descuidando desvergonzadamente, dejando que los chicos pasen a su lado, quizás molestándolo, por que, después de todo, saben que él no puede alcanzarlos. Tal vez le gritan o embroman, ya que están fuera de su alcance.
Y entonces un día, uno de los chicos que lo embroman no sale lo bastante rápido como para que el perro no lo alcance. Y el animal, que se siente arrinconado, finalmente decide hacer valer su dominio sobre el territorio… el final ya lo sabemos. Quizás, ni siquiera eran los chicos que lo solían molestar, sino simplemente alguien que (¡FINALMENTE!) se acercaba a jugar.
Pero el resultado es el mismo. Solo querían jugar, y su supuesto mejor amigo, quien ya no era ningún amigo, tiene una reacción que probablemente lo envíe al consultorio de veterinario para un adiós final.
Por favor, no le haga esto a su perro. Los perros deben tener una bienvenida a su hogar como parte de la familia. Si usted no está preparado para hacer eso, entonces no adquiera un perro.
AGRESIVIDAD DE POSESIÓN.
El compartir no es un concepto innato de los perros, y si no se los educa desde temprana edad puede transformarse en una causa de agresión.
“¡No vayas a acercarte al perro cuando esté comiendo!” ¿Recuerda haber oído eso? Su madre / tío / abuelo lo decía siempre. Muchos perros tienen un problema con la "Agresión por Posesión". Es decir "lo que es mío, es mío, y no lo permito ni siquiera mirar". El compartir, es un concepto bastante ajeno para la mayoría de los perros, especialmente los perros que son el único animal doméstico en la familia. Un perro con agresión por posesión, cuidará sus pertenencias, sean estas su alimento, juguetes, o lo más valioso de todo, usted.
La manera más fácil de tratar esto es “sacarlo de su ombligo”. Consiga que su perro tenga que buscar sus propias cosas, previamente escondidas. Déselas luego, pero manténgalas en su mano por un rato, en forma de juego. Déjelo ver que incluso algún otro tiene algo que él desea, así el animal lo espera pacientemente y se acostumbra a no poseerlo todo el tiempo.
Enseñarle una actitud más flexible, también le ayudará. Cuando su perro tenga algún juguete en su boca, sáqueselo suavemente. Cuando lo tenga en sus propias manos, recompénselo y elógielo mucho. Al sentir el perro que tuvo una buena actitud al compartir su posesión, aprenderá que dar algo es un medio de conseguir otra cosa que puede ser incluso mejor.
Si usted se encuentra desconcertado por los desafíos que le plantea su perro, hay algunas cosas que debe comenzar a hacer inmediatamente.
ENTRENAR PARA LA OBEDIENCIA.
1. Ponga a siempre primero a su persona. Pase primero a través de las puertas, suba primero en las escaleras, no lo deje decidir cuando quiere salir, dormir o comer: márquele usted sus tiempos. No le haga caso a su hocico parado, y nunca lo deje salirse con la suya. No lo deje subir arriba de una cama, ni sienta nunca que ha perdido el dominio sobre a mascota. Por mucho que pueda dolerle a usted, péguele si es necesario. No utilice nunca un bozal: este método es anticuado y solo agregará más agresión.
2. Hágale trabajar para si mismo. Si el perro tiene hambre, haga que él se lo haga saber. Si por ejemplo, desea su comida, que le ladre hasta que usted le responda, pero no lo malcríe dándole todos los gustos fácilmente. Logre que obedezca a todas las órdenes que usted le enseña.
Recuerde: El castigo desde temprana edad siempre podrá ayudar, aunque solo en bajas dosis, por que la agresión fomenta agresión, y esto podrá hacer el problema peor. Si lo siente necesario, busque una ayuda profesional.
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